El mago.



El era como un mago, el hacía magia con mi cuerpo todo el tiempo.
Yo tardaba tanto tiempo en buscar la ropa perfecta para nuestras citas, pasaba horas arreglando mi cabello, delineando mis ojos y cuando llegaba a nuestro encuentro lo único en lo que se fijaba el era en mis manos, en mis orejas.
El era como un mago, me tardaba tiempo arrglarme para el y en un dos por tres el desarreglaba todo mi cuerpo, mi ropa, mi maquillaje y le parecía perfecto.
El era como un mago, hacia el amor con tan sutileza y magia que no quedaba otra opción mas que amarlo. 
- Mónica García. 


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