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De nada me sirven los anteojos por que con o sin ellos sigo teniendo la vista defectuosa, que tarde entendí que no tenía que ver lo de afuera si no lo de adentro, por cierto que podridos están por dentro déjenme decirles, no siento lástima ni pena, tal vez un poco de indiferencia no lo puedo negar pero no puedo dar lo que nunca nadie me ha dado a mi, no puedo perdonar a quien jamás ha valorado lo que hago, no puedo dejar atrás las cosas que hizo "alguien" cuando no uso mas que palos y puñales disfrazados de mentiras para esconderse, se llama cobardía y esa palabra y yo estamos peleadas desde niñas. Les recomiendo que dejen de pretender y empiecen a actuar solamente con lo que les dicta el corazón y dejen de lado la soberbia y el egoísmo, ya ven de nada sirven pretender y jugar a ser dioses en realidad no somos mas que unos pordioseros añorando riquezas que queremos nos caigan del cielo, prefiero vivir una vida "cómoda" sin riquezas pero luchando por lo mío y sintiéndome millonaria de corazón a vivir con la envidia arañándome los huesos.
No importa que te mates por horas trabajando como burro, si envidias y deseas lo ajeno, créeme y te lo aseguro que así estas comprando tu sentencia de vida que es que serás un pobre tonto toda tu vida.
- Mónica García.
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